Un Buda gigante forjado con el hierro de miles de katanas

Poca gente sabe que, en el corazón mismo de Kyoto, entre los enclaves más famosos de la vieja capital, hay un templo maldito. Aunque antaño fue bastante importante, hoy en día las guías de viajes apenas lo mencionan. Su centenaria (y accidentada) historia está íntimamente ligada al aciago destino del clan Toyotomi. El gran unificador de Japón, el mismísimo Toyotomi Hideyoshi, levantó dicho templo para que albergara una gran estatua de Buda. Una escultura colosal, la más grande nunca vista en el país del Sol Naciente, que tenía además una característica muy particular. Su cuerpo estaba en parte forjado a partir del acero de miles de katanas, confiscadas a sus dueños durante los años más crudos de la era de las guerras civiles.

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El castillo flotante de Takamatsu

En el Japón feudal, sobre todo una vez entrada la era Sengoku, la guerra era a menudo un asunto de asedios. Las batallas campales eran algo relativamente raro. Sekigahara, Nagashino, Okehazama… son hitos que han quedado para la Historia precisamente por ser la excepción a la norma. La rutina de un samurái, en realidad, pocas veces implicaba luchar a campo abierto. En cambio, asaltar castillos y asediar plazas fuertes era el pan nuestro de cada día. Y, si en la tierra del Sol Naciente hubo un maestro absoluto del arte del asedio, ese fue Toyotomi Hideyoshi. No había castillo que se le resistiera. De entre todas sus conquistas, una especialmente ha quedado para la leyenda: Takamatsu, el castillo flotante. ¿De dónde le viene ese nombre?  Pues, precisamente, porque así es como lo dejó Hideyoshi una vez hubo acabado con él, «flotando» en mitad de una inmensa laguna artificial. Una táctica tan espectacular como efectiva para aislar completamente la plaza enemiga. Vamos a ver cómo lo hizo. Continuar leyendo «El castillo flotante de Takamatsu»

Sanada Yukimura, el samurái valiente

Este es el año de Sanada Yukimura en Japón. En realidad casi todos lo son porque, si hay un samurái famoso y querido para los japoneses, ese es Yukimura. Pero desde enero está de más actualidad que nunca, porque el Taiga Drama de 2016 esta dedicado a su figura. Fuera de su Japón natal no es tan conocido como los Nobunaga o los Hideyoshi de turno así que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (o que el Kamogawa pasa por Kyoto), qué mejor ocasión para hablar de uno de los personajes históricos más populares del país de los samuráis: Sanada Yukimura, el héroe de los Sitios de Osaka.

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