Daimyo 大名

Señor feudal, algo parecido a lo que en la Europa medieval serían los barones o los marqueses. La figura del daimyo surge como tal en la era Sengoku, cuando se erigen en señores de la guerra que tienen bajo su mando una serie de territorios o provincias. Teóricamente supeditados a la autoridad del shogun y el emperador, en la práctica funcionan como soberanos casi independientes, en constante lucha unos con otros por aumentar su esfera de influencia. Con la unificación del país y la llegada de la era Edo, los daimyo ven reducido su poder en gran medida. Bajo el régimen Tokugawa, por regla general, cada daimyo será señor de una sola provincia, por la que ha de rendir cuentas anualmente al shogun, y estará sujeto a un férreo control por parte del gobierno central.