Proceso revolucionario que culmina en 1868 con el ascenso al poder del emperador Meiji, tras el derrocamiento del shogunato Tokugawa y la caída del régimen feudal. Al cabo de varias décadas de convulsiones y guerra civil, la restauración Meiji vuelve a poner al emperador al frente del gobierno del país después de casi 800 años, y acaba de facto con la edad media en Japón. Se abolen las castas, los samuráis desaparecen y el país se embarca en un proceso acelerado de industrialización y modernización siguiendo la estela de las potencias coloniales europeas. La restauración Meiji acaba con el mundo de los samuráis para siempre.