Literalmente, “barco negro”. Nombre que los japoneses daban a las naves europeas que empezaron a arribar a sus costas a mediados del s. XVI. El apelativo viene de lo oscuro de la madera empleada en los cascos de los galeones castellanos y portugueses. Un par de siglos después, las modernas naves del comodoro Perry (que abrieron a Japón de nuevo al comercio internacional serían llamadas de igual modo.