Templo budista, situado en Kyoto, donde tuvo lugar en 1582 el llamado Incidente de Honnoji, que se saldó con la muerte de Oda Nobunaga y, a la larga, la caída en desgracia del clan Oda. En uno de los episodios más famosos de la historia de Japón, por razones que aún 400 años después siguen sin estar claras, Akechi Mitsuhide, general de los Oda, decidió rebelarse contra su señor y atacar por sorpresa el templo de Honnoji. Allí era donde Nobunaga pernoctaba plácidamente, protegido por una reducida guarnición, antes de reunirse con el grueso de sus tropas y partir a la conquista de las provincias occidentales. Al amanecer, el fuego había consumido Honnoji hasta los cimientos y el cadáver de Nobunaga desaparecía para siempre entre sus cenizas. La leyenda dice que tuvo tiempo de hacerse el seppuku antes de desaparecer entre las llamas. De no haber muerto esa noche en Honnoji, probablemente Nobunaga habría completado la conquista de Japón entero sin mayor problema. Su prematura muerte retrasó la unificación definitiva del imperio otros 20 años. Serían su lugarteniente Toyotomi Hideyoshi y su aliado Tokugawa Ieyasu quienes completarían su obra.